¿Cómo conseguir que mi perro deje de ladrar?
Esta pregunta es casi como decir: ¿Cómo conseguir que mi
hijo deje de hablar y chillar? Quiero decir con esto que ladrar es básicamente
una de las formas de comunicarse que tiene el perro. Es natural y necesario que
ladren y es absolutamente imposible conseguir que un perro deje de ladrar del
todo sin utilizar métodos realmente poco éticos. Sin embargo claro que podemos
conseguir entender que nos quiere decir nuestro perro cuando ladra y saber si
podemos hacer algo para que se sienta más cómodo o enseñarle que puede utilizar
otra manera de hacernos saber lo que necesita.
Pongo un ejemplo: si mi hijo me pide gritando: Mamá ponme la
cena, Mamá ponme la cena, Mamá ponme la cena…. y yo por no aguantar sus gritos
(o porque estoy demasiado cansada o simplemente porque no me paro a pensar las
consecuencias), le pongo la cena, es muy probable que al día siguiente mi hijo
me pida la cena a gritos y al otro la comida y al otro el desayuno y todo lo
que le plazca. Ha aprendido que esa manera de pedir las cosas le funciona. Si
le pido y le muestro que me gusta más
que me diga lo que necesita sin gritar, es seguro que nuestra relación mejorará
y tendrá más armonía.
Pero no siempre los ladridos son llamadas de atención o
petición de juego, muchas veces detrás de ladrido hay una sensación interna de
miedo, por lo que pedirle a un perro que deje de ladrar cuando siente miedo es
como pedirle a una persona que deje de gritar cuando siente miedo,
absolutamente inútil, si además lo hacemos gritando, es más que probable que
aumentemos su excitación y miedo y ladre más. Creo que en este tipo de ladrido
lo mejor sería analizar la situación, saber que ha provocado el ladrido y
trabajar en ello para poder modificar el comportamiento en el futuro pero sacar
al perro lo antes posible de la situación que le provoca ese miedo y por tanto
ese ladrido.
También tenemos los ladridos de alerta, que personalmente
prefiero agradecer a castigar ya que me hacen saber que algo raro está pasando
y mi perro me quiere avisar. Podemos enseñarles a atenuar este ladrido y bajar
su intensidad y repeticiones, de nuevo es una cuestión de entender las
necesidades de cada familia. En la mía, les agradezco que me avisen que pasa
alguien por la puerta de casa y les pido que se callen y vengan a mi lado
cuando entiendo que no es algo peligroso.
Los perros ladran por montones de razones diferentes y cada
perro en particular puede mostrar un repertorio más o menos grande de ladridos
según su aprendizaje (historial de refuerzos y castigos que haya recibido por
estos ladridos). Algunas razas de perros ladran más que otras y sus motivos
pueden ser completamente distintos. Pueden ladrar por aburrimiento, para llamar
la atención, por miedo, a personas desconocidas o que le llaman la atención, a
situaciones extrañas, porque se siente ansioso, porque está perdiendo algunos
de sus sentidos (oído o vista principalmente) o debido a problemas de salud
como demencia y otros…
Lo malo es que a
veces es muy sencillo entender el ladrido del perro pero otras nos equivocamos
interpretando la causa y desgraciadamente muchas, demasiadas veces empeoramos
la situación.
Por lo general cuando el perro ladra le gritamos para que se
calle. Lo hacemos todos, incluso a mi se me escapa a veces sin querer. Sin
embargo, no sirve para nada, está ampliamente demostrado. Tampoco son efectivos
los collares antiladridos ni los de descarga ni los de citronella, en realidad
eso no son más que “tiritas” para una herida, no curan el problema y en muchas
ocasiones hacen que se agrave el estado anímico general del animal. Tampoco es
efectivo a largo plazo darle “toques” con la mano en forma de garra ni con el
periódico en el hocico (realmente me sorprende que la gente pueda utilizar
estos consejos tan absurdos y estúpidos). Puede que el perro sienta miedo de ti
y se calle en ese momento pero ten por seguro que no habrás modificado su
conducta de manera permanente y sin embargo su estado emocional y vuestra
relación pueden verse afectados con estos “toques”.
Castigar el ladrido es ineficaz y sobre todo, es injusto.
Ignorar el ladrido tampoco es eficaz, incluso si es un
ladrido para llamar la atención puede que suprimas el ladrido pero el perro
encontrará otra manera de llamarte la atención que seguro tampoco te gustará.
Para mi lo ideal es intentar entender porque ladra, que
quiere decirme con ese ladrido y hacerle caso. Y con hacerle caso me refiero a
atender sus necesidades.
El ladrido es una manera de comunicación y si queremos una
convivencia agradable tenemos que aprender a comunicarnos.
Los perro ladran, todos los perros lo hacen, igual que todas
las personas hablan. A nosotros sin embargo nos molesta que ladren…pero forma
parte de su naturaleza.
Lo que si podemos conseguir es enseñarles a comunicarse con
nosotros de una manera menos molesta. “Que chillen…pero bajito” como les digo
yo a mis hijos.
Desgraciadamente dar con un educador respetuoso a veces no es tan fácil y algunos siguen
recomendando el castigo, los collares antiladridos ,etc
¿Y que puedes hacer?
Lo primero que vamos a tratar de identificar es cuando como
y por que ladra nuestro perro. Vamos a hacer un “diario de ladridos”, vamos a
anotar cuando, cómo y qué provoca ese ladrido. Puede que de esta manera nos
demos cuenta que nuestros perros no ladran “siempre” si no que encontramos que
ladran a las 5 de la tarde cuando llegan los vecinos del colegio. Si crees que
ladra cuando se queda solo (tu vecino asegura que ladra “todo el día”) es de
gran utilidad dejar una cámara grabando a tu marcha para analizar su patrón de
ladridos.
Atender sus necesidades
Si tu perro
ladra para alertarte de algo, primero identifica que es lo que le hace ladrar y
decide si quieres que te avise de ello o no. Después es sencillo, une el
estimulo que provoca el ladrido a comida ( elige algo que realmente le guste).
Por ejemplo, ladra cuando pasa alguien llama a la puerta. Utiliza sesiones de
entenamiento. Toca la puerta, dale comida, repite el proceso. Pide a alguien
que toque la puerta desde fuera, dale comida a tu perro cuando suene la puert. Repite
el proceso tantas veces sea necesario hasta que la reacción de tu perro al
sonar la puerta sea acercarse a ti para ue le des comida, es decir, haya
quedado condicionado el sonido de la puerta a algo agradable para él. Este proceso
puedes repetirlo prácticamente con casi todas los estimulos que le provoquen el
ladrido. Bueno, probablemete muchos piensen: no entiendo
nada, entonces ¿le doy comida cuando ladra? ¿no estoy así “reforzando” el
ladrido? Pues en realidad no, en principio estamos intentándo
condicionar su estado emocional que es lo que provoca ese ladrido de alerta (o
con el ladrido por miedo o por excitación). Dicho más claro, queremos que
cuando vea a esa persona u oiga ese timbre esté más tranquilo y venga hacia
nosotros para poder enseñarle una forma distinta de avisarnos.
Es muy complicado modificar un comportamiento si el estado
emocional del animal no es el adecuado, por tanto primero trabajamos en mejorar
su estado emocional y después le enseñaremos a comportarse de otra manera ante
eso que antes le provocaba el ladrido. Si lo hiciésemos al revés, es decir, le
pidiésemos que sentara (por ejemplo) ante algo que emocionalmente le altera
tanto que le provoca el ladrido es muy probable que el perro se siente (si
tiene un buen adiestramiento) pero estoy
segura que su estado emocional no cambiará y seguramente ese estado
anímico empeore ante ese estimulo con el tiempo.
Mis perros cuando llaman a la puerta o pasa alguien por
delante de casa ladran, van todos hacia la puerta y ladran…y cuando les digo:
“gracias por avisarme” vienen hacia mi y les refuerzo generosamente. ¿Cómo he
conseguido eso? Pues tal y como os lo acabo de explicar, asociando el ruido de
la puerta a comida y finalmente poniendo el “gracias” como señal para que cese
el ladrido.
A veces basta con bloquear su visión del exterior y dejar
que se relajen y “dejen de trabajar”, para ciertas razas es un gran alivio
poder dejar de vigilar.
Si mi perro ladra a una persona cuando se acerca a mi o
gruñe cuando le tocan, voy a prestar atención a lo que me está diciendo. Esa
persona le produce desconfianza y antes de comenzar el proceso de
condicionamiento para enseñarle que no hay nada que temer lo primero y lo más
justo para tu perro es sacarle inmediatamente de la situación que le provoca
ese malestar.
Si mi perro me ladra cuando me acerco a su plato de comida o
a un hueso que se está comiendo evidentemente debo respetar en ese momento que
está diciéndome alto y claro que piensa proteger su comida y no acercarme y preparar un plan de modificación de
conducta si quiero que eso no vuelva a ocurrir, pero en ese momento RESPETALÉ.
Si mi perro ladra cuando vamos de paseo a otros perros o a
personas tenemos que entender que esos estímulos le provocan una reacción que
no sabe controlar por tanto el primer paso es sacarle de la situación y el
segundo plantearnos un plan de entrenamiento para ayudarle a superar su
reactividad y disfrutar de los paseos sin sentirse ( ni hacernos sentir)
incómodos.
Por supuesto no todos los ladridos son “emocionales”,
algunos son ladridos aprendidos como a los que me refería al principio, los
ladridos para llamar la atención o para pedir juego. Ejemplo típico, el perro
ladra para que le tires la pelota, se la tiras, te la trae, vuelve a ladrar para
que le tires la pelota, se la tiras, te la trae, y así en bucle hasta que el
perro acaba completamente exhausto y tu con dolor de brazo. Te quejas: es que
solo se calla si le tiro la pelota. No, es que solo ladra para que le tires la
pelota. Es un circulo vicioso que solo podéis cortar de una manera, esperando a
que se calle para tirarle la pelota o mejor aún, enseñándole a buscar la pelota
con su olfato en vez de tirársela y provocare ese nivel de excitación.
Si tu perro ladra y le gritas y sigue ladrando estás
enseñándole a ladrar ya que estás reforzando su ladrido..
También están los ladridos por aburrimiento, soledad y por
frustración, una vez más: atiende sus necesidades de ejercicio y estimulación
mental para que no “tenga” que ladrar. Proporciónale 3 paseos diarios en los
que pueda olisquear a su antojo, mantén unas rutinas predecibles, no le grites,
no le castigues, dale su comida en juguetes interactivos, enséñale juegos de
olfato, ofrécele juguetes para mordisquear o huesos naturales recreativos.
Los perros felices
ladran mucho menos que los perros estresados.
Virginia Gallego.
Educadora canina.
¿y qué pasa si sólo ladra a determinados perros? perros que ya conoce y no debiera ladrar, son conocidos del parque y nunca le han hecho nada, no sé como cortarlo, se pone muy excitado. Es un perro de agua español que es muy cariñoso con las personas y pasa de la mayoría de los perros con los que nos encontramos de paseo. Gracias
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